Opéra Garnier
– Jacuzzi de 2 plazas

Bienvenido al santo de los santos: ¡el salón de baile del cuerpo de ballet! Una bella puesta en escena: el oeil-de-bœuf del Palais Garnier sobre la cama, parqué de roble macizo, espejos, zapatillas de ballet y una barra para practicar. Una habitación para vivir sus sueños de estrellato. Descubra las habitaciones Opéra Garnier» y sumérjase en la decoración única de un romántico hotel de París.
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

SERVICIOS Y EQUIPOS – OPÉRA GARNIER

HORARIO

MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA OPÉRA GARNIER: «EL TEATRO IMPERIAL»

Es difícil no emocionarse ante este «teatro imperial», obra maestra de la arquitectura del siglo XIX, donde todo evoca la música y la danza. Su arquitecto, Charles Garnier, era un joven desconocido de 35 años cuando se construyó en 1860.

La decisión de construir la ópera fue motivada por una noticia: en 1958, Napoleón III escapó a un atentado contra su vida cuando salía de la ópera de la calle Le Peletier. Decidió hacer construir otro teatro en un lugar abierto y seguro. Napoleón III nunca inauguró la Ópera, que no se terminó hasta 1875, tras la caída del Imperio. La exuberancia barroca de la fachada,

adornada con esculturas, da testimonio de los deseos de Napoleón III. A la derecha, verá inmediatamente el grupo de la «Danza» del escultor Carpeaux. Sólo se trata de una copia, realizada por Paul Belmondo, padre del actor. El original se encuentra en el Museo de Orsay, al abrigo de la contaminación.

En el interior, la principal atracción es la gran escalera -con su doble revolución- y sus treinta columnas de mármol. Sin olvidar el techo de la sala de espectáculos, decorado en 1962 por el pintor Chagall, donde podrá reconocer -si no tiene miedo a una tortícolis- los monumentos más famosos de París, como la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo, y los ballets de culto (L’Oiseau de feu, Gisèle…).