Opéra Garnier
– Jacuzzi de 2 plazas
SERVICIOS Y EQUIPOS – OPÉRA GARNIER
- Dormitorio de 19m²
- Habitación con bañera de hidromasaje Cromoterapia - Hidromasaje - Ducha de lluvia
- Lavabo de mármol
- Espejo antivaho
- Grifería de Webert
- Albornoces
- Zapatillas
- Secador de pelo iónico
HORARIO
- Llegada: 15:00 - 0:00
- Salida: 8:00 - 12:00
- Scénarios d’éclairages de votre chambre Réglez d’une simple touche l’ambiance de votre chambre
- TV écran plat Plus de 50 chaines Françaises et internationales
- Enceinte bluetooth
- Coffre fort Accueille ordinateur avec écran 17’’. Possibilité de recharger l’ordinateur à l’intérieur du coffre.
- Minibar Eaux offertes à votre arrivée
- Produits d’accueil fournis par la Maison Azzaro
TECNOLOGÍA
CONFORT
MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA OPÉRA GARNIER: «EL TEATRO IMPERIAL»
Es difícil no emocionarse ante este «teatro imperial», obra maestra de la arquitectura del siglo XIX, donde todo evoca la música y la danza. Su arquitecto, Charles Garnier, era un joven desconocido de 35 años cuando se construyó en 1860.
La decisión de construir la ópera fue motivada por una noticia: en 1958, Napoleón III escapó a un atentado contra su vida cuando salía de la ópera de la calle Le Peletier. Decidió hacer construir otro teatro en un lugar abierto y seguro. Napoleón III nunca inauguró la Ópera, que no se terminó hasta 1875, tras la caída del Imperio. La exuberancia barroca de la fachada,
adornada con esculturas, da testimonio de los deseos de Napoleón III. A la derecha, verá inmediatamente el grupo de la «Danza» del escultor Carpeaux. Sólo se trata de una copia, realizada por Paul Belmondo, padre del actor. El original se encuentra en el Museo de Orsay, al abrigo de la contaminación.
En el interior, la principal atracción es la gran escalera -con su doble revolución- y sus treinta columnas de mármol. Sin olvidar el techo de la sala de espectáculos, decorado en 1962 por el pintor Chagall, donde podrá reconocer -si no tiene miedo a una tortícolis- los monumentos más famosos de París, como la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo, y los ballets de culto (L’Oiseau de feu, Gisèle…).